Crítica y Booktrailer de "Bellver", de Joana Pol. Reseña de Sergio Candelero.



"Bellver", de Joana Pol.

Un entretenido mestizaje de distintos géneros.

"Bellver" me ha parecido una novela compleja y sencilla, a la vez. Sencilla de leer, de fácil comprensión, y compleja por el cuidadoso desarrollo de sus personajes, de una personalidad apabullante cada uno de ellos, aunque sin duda, los más desarrollados son el propio Bellver y el fascinante Falcó.

En una primera lectura, el príncipe Ariant, el adolescente Telm, la princesa Guiomar y el hada Silencio parecen más simples de lo que en realidad son. La autora profundiza en su psique con el recurso de describirnos sus reacciones ante determinadas situaciones, y exponer al lector sus "pensamientos" y "sentimientos", de forma tan natural que casi pasa desapercibido. Al finalizar el libro, te das cuenta de que las aventuras de todos estos personajes llegan a su fin, e intentas demorarte en las páginas que restan, absorbiendo con suma atención cuanto se describe en ellas, ¿por qué? Porque te das cuenta de que la autora ha logrado despertar en el lector el amor por esos personajes, se acerca la despedida.

Por fortuna, o por desgracia, el final es absolutamente "redondo". Y para volver a tener contacto con esos personajes tan fascinantes, no queda otro recurso que repetir la lectura. La segunda lectura resulta si cabe más placentera que la primera: volver a vivir los pasajes más emocionantes, conociendo de antemano el final, te hace revivir las situaciones más extremas por las que la autora nos ha conducido, hasta el sorprendente final, que en una segunda lectura nos resulta más que obvio, ya que la autora nos ha estado preparando a lo largo de todo el libro para ese final, de forma muy sutil.

En general, este libro resulta extraño como "novela de género fantástico", ya que por su trama, personajes, ambientación y desarrollo, el "Bellver" de Joana Pol resulta de un mestizaje que, lejos de ir en detrimento de la obra, se agradece.

En efecto, tal y como ya anuncia la bellísima portada, la novela de Joana Pol rebosa romanticismo. Por la inclusión de elementos fantásticos, como los pegasos, las razas de leyenda, y la magia que impregna toda la obra, "Bellver" podría catalogarse como "novela fantástica". Por los emocionantes combates (especialmente el capítulo relativo al torneo), la excelente descripción de las batallas, y el tono heroico en general, podríamos incluso matizar el género como de "fantasía épica". Pero también tiene retazos de ciencia-ficción, y una evidente influencia de géneros como el caballeresco, con elementos del "amor cortés", tal y como plantea la información de la solapa.

En cuanto al aspecto más técnico, la prosa de Joana Pol me parece de una calidad notable, con gran riqueza de vocabulario, pero sin la necesidad de tener que acudir al diccionario a cada momento (lo que también es de agradecer). El libro es extenso (roza las 600 páginas), pero la inclusión de gran cantidad de ilustraciones aligeran notablemente la lectura, que se hace fluida. En cuanto a las ilustraciones, llama la atención la nota de la autora, al principio de la novela, en la que afirma que no se considera una ilustradora profesional, y que los dibujos aportados no forman parte esencial del libro. Sí estoy de acuerdo en que, literariamente, tanto los personajes como el resto de la obra está muy bien definida, y que las ilustraciones no son "necesarias" (la prosa de Joana Pol no necesita recursos gráficos), pero la inclusión de los dibujos de la propia autora, que por cierto son muy bellos, hacen que el libro alcance un nivel superior, casi de fetichismo, al poder contar con la "visión" directa y muy idealizada de los personajes por parte de la autora.

En definitiva, me ha parecido una novela excelente, que se ha ganado un lugar de honor en mi memoria y en mi estantería.

Lo mejor:
Encargué el libro por correo e. a través de la web de la autora, y me llegó firmado y dedicado y con un regalo extra muy especial que me dejó sin palabras: un hermoso dibujo original de la autora, que representa a Turixant, el guerrero enmascarado. Pero, aun sin eso, el libro es un auténtico regalo.

Frases favoritas:
Mis citas favoritas son muchas, porque es un libro con una calidad notable. Como ejemplo de descripción, una de las que más me gustaron fue la vestimenta de Turixant, en la página 20:

"La vestimenta de Turixant solía ser tan llamativa como él mismo: lujosos jubones de cuero y terciopelo, casacas de fino brocado, delicadas camisas de hilo, hermosos mantos, cotas de malla... Y siempre, bordada en oro a la altura del corazón, se perfilaba la silueta de un águila en pleno vuelo."

Pero de esta autora creo que lo mejor son los diálogos, como ya han mencionado antes de mí otros lectores. Lo interesante de esos diálogos, excelentemente construidos, es su agilidad, lo cual se nota más cuando te propones citar alguno de ellos, pero lo genial de esos diálogos es el contexto en que se desarrollan, pues la autora los usa de forma muy sutil para introducir matices de humor en un contexto dramático, o al revés, matices de tragedia en un contexto humorístico, y también para acentuar los sentimientos de angustia que en alguna determinada escena sienten los protagonistas.

Una de mis partes favoritas, en las que a través del diálogo la autora nos muestra la intensa relación entre Bellver y Guiomar, es cuando éste, con una frase muy machista, intenta impedirle a ella que luche en el torneo. El lector sabe que Bellver expresa su amor por Guiomar y el temor a perderla a través de una frase realmente antipática y odiosa:

"Cállate, mujer. Soy tu esposo y me debes obediencia."

Y la réplica de Guiomar es rotunda:

"Me convertí en lo que soy por no deber obediencia a nadie. Ni se te ocurra tratar de impedirme luchar, pues es algo para lo que estoy tan capacitada como tú, o incluso más, pues tengo mucha más experiencia. Y jamás, ¡jamás!, vuelvas a situarte por encima de mi voluntad de amarte mandándome callar. Eres mi esposo y el rey de Balearia, y cuantas decisiones tomes como el uno o como el otro me afectan directamente. Recuérdalo la próxima vez que decidas marcharte a una taberna o aceptar un reto, pues ya no eres el bisoño cuyas decisiones tan sólo incomodaban a su padre adoptivo: ahora todas tus acciones tienen consecuencias, ¡acéptalo como un hombre! Acéptalo como un rey."

Es también a través de los diálogos que la autora nos indica los conflictos que agobian a los personajes, pues en ocasiones, un diálogo "contenido", en el que el personaje "se calla" o "dice de otro modo" lo que realmente quiere expresar, aumenta en el lector la empatía por la angustia de los protagonistas.

Por ejemplo, conocemos la angustia entre los protagonistas por los lazos afectivos entre ellos, léase "posibles triángulos amorosos encubiertos", a través de los diálogos, por lo que se dicen y también por lo que se callan. Y de esos triángulos amorosos hay varios: Bellver-Guiomar-Ariant, Guiomar-Bellver-Falcó, Telm-Bellver-Guiomar, Toro-Guiomar-Telm, Bellver-Falcó-Odra... Siendo el amor "imposible" entre Bellver y Falcó uno de los que más simpatías despierta, incluso entre heterosexuales como yo mismo.

Pero también es en los diálogos donde Joana Pol exhibe su riqueza de vocabulario, ya que ciertos personajes tienen una forma de expresarse bastante llana, como Toro (de origen humilde), mientras que otros muestran una educación más elevada a través de su esterotipada forma de expresarse, como Queralt, Telm o el propio Bellver, veamos un ejemplo de cada uno:

Queralt a Bellver, tras el torneo (página 388):

-Enviadme a uno de vuestros hombres, Majestad. Tengo un mensaje para vos.

-Estoy frente a vos, caballero, y puedo aseguraros que tengo los oídos bien dispuestos. Decidme cuanto debáis.

La armadura se inclinó ligeramente hacia Bellver, mas aquel leve movimiento provocó el chirrido de alguna de las articulaciones metálicas, un sonido tan horripilante que Bellver sintió cómo se le erizaba el vello de la nuca.

-Majestad -dijo Queralt con voz queda, pero repleta de crueldad y de insolencia-, tened la bondad de acceder a mis humildes peticiones, sin hacerme perder el tiempo con vuestra fina ironía. Guardaos vuestro sarcasmo para lo que os pueda servir.

Telm a Turixant, cuando acaba de ser rescatado de una muerte cierta, curioso por la máscara que lleva Turixant:

-Por supuesto. Pero si me otorgáis seguir viaje en vuestra compañía acabaré reconociéndoos, señor, no lo pongáis en duda. Ahora, si me lo permitís, vuestra presencia aquí me ha aturdido lo suficiente como para olvidar fugazmente que mis pobres amigos han muerto por mi culpa.

-¿Podrías esclarecerme el motivo de vuestra presencia aquí, tan al norte?

-Gustosamente responderé a todas vuestras preguntas, si correspondéis de igual modo a cuantas yo tenga a bien formularos a vos.

-Olvídate de ello. Tan sólo pretendía ser amable, pero ya se me ha pasado.

Groseramente, Turixant lo dejó con la palabra en los labios y llamó a sus compañeros.

Por otro lado, el libro está repleto de momentos de gran intensidad emocional, resueltos por la autora de forma atípica. Por ejemplo, cuando Guiomar abandona a Bellver, la tragedia de esta situación no llega al lector a través de la descripción directa del estado de ánimo del protagonista, sino a través de la descripción de los sentimientos de sus amigos:

"Semioculto cerca de la entrada, Falcó siguió con la mirada a los reyes de Balearia, y cuando pasaron por su lado extendió la mano y acarició levemente los cabellos de Bellver. La visión de Bellver, el enérgico Bellver, el poderoso, el magnífico, en aquel lamentable estado, fue como una daga de hielo en el corazón de Falcó."

"cuantos se cruzaban con él se apartaban, pues su mirada era pavorosa y su aspecto salvaje, con sus cabellos desordenados al viento y su jubón con los botones arrancados, el pecho al descubierto."

"Al ver a su amigo de aquella guisa, los ojos se le llenaron de lágrimas y la pena le atenazó el corazón. Bellver era el mejor guerrero que jamás había conocido, y verlo así derrotado lo hería profundamente."

Pero, no me atrevo a poner públicamente ninguna cita de los fragmentos que más me han gustado de todo el libro, porque tendría que desvelar detalles demasiado relevantes de la trama, y mi mayor deseo, es que cualquier lector que acuda a esta modesta reseña, en busca de información, pueda disfrutar del libro, como lo he disfrutado yo.